Maternal

El maternal está integrado por niñas y niños de 1 a 3 años.

El día a día es muy rítmico y se desarrolla de acuerdo a los momentos evolutivos y necesidades de cada niño y niña.

En esta primera infancia tomamos las ideas de Steiner y Pickler, en las cuales una de las cosas más importantes que subyace es la libertad de movimiento. Experimentar el movimiento libre con la menor intervención posible por parte del adulto, con los mínimos estímulos necesarios, para que no tengan que anticiparse a su verdadero desarrollo en su tiempo particular.

Por otro lado, el abordaje del plano espiritual se trabaja tomando en cuenta la contención afectiva necesaria en este primer encuentro que las niñas y los niños experimentan con el mundo, por eso la importancia de la armonía con los ritmos de la naturaleza.

Los ritmos del día

Todo niño y niña vive en un ritmo de vigilia y sueño, de aprender y olvidar, al igual que los adultos y adultas. ¿Y si no dormimos bien por la noche? Nuestra energía vital se encontrará muy limitada. Si no tenemos energía no podemos aprender. En este sentido, solemos encontrarnos con una dificultad, descuidamos la mirada en un ritmo regular en nuestra vida cotidiana, que es necesario observar.

Cuando podemos mantener una regularidad en el ritmo (por ejemplo, a la hora de comer, dormir, trabajar, etc.), nos sentimos más descansados y vitales. Por ello es imprescindible pensar en los ritmos y los quehaceres según sus necesidades.

El niño, la niña, estará en el centro, desde las ideas, la envoltura de amor cálido, hablarles con veracidad, desde la palabra y en el pensamiento y el cuidado de sus sentidos. Niñas y niños van llegando al jardín desde muy temprano, por la mañana. Son recibidos por sus maestras referentes, respetando los tiempos de cada uno, una y sin apuros para esta edad, para esta etapa de vida.

Cada uno, cada una va llegando, algunos/as hacen diferente la despedida con sus familias, y está bien tomarse el tiempo necesario para que sea un momento armonioso. Cuando todos/as han ingresado cortamos unas frutas que van trayendo para compartir con el resto. Luego, lentamente se predisponen al juego libre y a la exploración del movimiento, propio de esta edad. Durante este tiempo las maestras cantan canciones y acompañan con “estar presentes” desde muy cerca, por momentos con poca intervención a los juegos que van apareciendo y por otros realizando labores acordes a la época que está transitando.

Para ingresar al juego las maestras van corriendo las cortinas a medida que ingresan los primeros rayos, cantando canciones en agradecimiento al sol a su luz y calidez que nos brinda, que varía de estación en estación. Luego ordenamos, vamos colocando cada objeto en su lugar, a veces algunos necesitan un tiempo más para jugar, el resto son convocados en la mesa principal y nos predisponemos a realizar alguna actividad, ya estipulada, correspondiente de cada día de la semana, donde se repetirá todo el año.

Cuando terminamos aparecen juegos de ronda propios para la edad de los niños maternales, y luego llega el momento del juego al aire libre, donde se propone un contacto estrecho con la naturaleza acorde al lugar donde vivimos, para ello necesitaremos contar con el tiempo de abrigarnos , “un adulto empático prepara los espacios y tiempos para el despliegue de sus capacidades”, (Gonzalez Rena,I,Creciendo con Amor, pág.237, Ed.Antroposófica,2015), alrededor de una alfombra nos sentamos para ponernos zapatillas o botas, camperas y el resto de abrigo adecuado a la época, este será un momento para las conquistas individuales, para brindar el tiempo necesario de ir aprendiendo poco a poco a vestirse.

Ya afuera nos encontraremos con los objetos que la naturaleza nos brinda, allí recreamos infinitas posibilidades de juego simbólico cercano a las vivencias cotidianas de los niños y niñas. Luego de un rato de juego nos preparamos a entrar para comer algo delicioso y calentito principalmente en época invernal .Cada día se come un cereal distinto en consonancia con las distintas fuerzas y energías que cada día de la semana nos da de acuerdo a ideas que vienen desde tiempos remotos.Y luego de comer jugamos un rato más donde le dedicamos un tiempo al cambiado de pañales, dándole a ese momento el tiempo que el niño/a se merece, cambio de pañales, es el tiempo de establecer una relación privilegiada,adulto y niño/a íntima, cara a cara, un interés mutuo, para conseguir una oportunidad de relación conjunta,un intercambio emocional que le dará seguridad y confianza. Este será el momento de jugar afuera nuevamente, donde la primera parte del año jugamos en el parque principal del jardín maternal para luego de a poco, ir conquistando nuevos espacios como nuestro propio bosquecito. Finalmente volveremos a entrar encontrando un lugar ordenado, limpio y con luz tenue para lograr un entorno donde se narra un cuento con imágenes que representan las vivencias cotidianas combinadas con lo que la naturaleza nos regala, entre rimas y canciones termina la jornada en una ronda de sillas y juegos de dedos con rimas donde el movimiento acompaña la palabra de la maestra narradora, para luego despedirnos.

Coordinadora de maternal

María Gala D’Angelo

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